15-aniversario

La historia de Intergia ha sido tan cambiante como la evolución de las energías renovables y su percepción por parte de la sociedad.

La empresa, fundada en 2008, comenzó su actividad en el sector auxiliar de la construcción y restauración de edificios históricos. Por aquel entonces, se llamaba NOVACE y prestaba servicios de restauración, montaje y mantenimiento para empresas. No fue hasta 2010 cuando, debido a la coyuntura económica y social en el país, tomó la decisión estratégica de sumarse al mundo de las energías renovables y cambió su nombre por el de INTERGIA.

Desde sus comienzos, la investigación en sistemas energéticos aislados (no conectados a la red eléctrica) formó parte de la esencia de Intergia. Gracias a eso, la empresa se vio en cierta medida desligada de la volatilidad del sector de las renovables durante esos primeros años. Cuando, más adelante, la legislación finalmente ha favorecido la instalación de las tecnologías energéticas limpias, la actividad de Intergia se ha visto incrementada exponencialmente año a año.

En este artículo hacemos un breve repaso al panorama de las energías renovables en España, cuál ha sido su evolución durante estos 15 años de vida de Intergia, y hacia dónde se dirige.

Antes de que la energía fuera renovable

Históricamente, la energía hidroeléctrica fue por mucho tiempo la principal fuente generadora de electricidad en España, y la única considerada de carácter renovable. Las primeras centrales hidroeléctricas surgieron a finales del siglo XIX, gracias a la disponibilidad de recurso hídrico en la Península.

Sin embargo, la participación de las hidroeléctricas en el mix eléctrico fue disminuyendo de forma significativa conforme se fueron incorporando otras fuentes de energía.

El primer boom de las renovables

El boom de las energías renovables no sucedió hasta entrada la década de los años 80, debido en parte al incremento de la demanda a finales de siglo y a la introducción de nuevas tecnologías energéticas, principalmente, la eólica y la fotovoltaica.

España es un país privilegiado en cuanto a horas de sol y uno de los países europeos con mayor irradiación anual. Esto contribuyó a que fuera inicialmente uno de los primeros países a nivel mundial en investigación, desarrollo y aprovechamiento de la energía solar, tanto fotovoltaica, como solar térmica, ya que ambas juegan un papel en el mix renovable.

De esta manera, el desarrollo de la tecnología fotovoltaica tuvo un impulso inicial durante los años 2000, cuando el Gobierno, que había reconocido la necesidad de un tratamiento específico para esta alternativa energética, publicó una serie de Reales Decretos (en 1998, 2000, 2004 y 2007) que establecieron condiciones técnicas y administrativas específicas, así como la estipulación de una prima para los kWh fotovoltaicos inyectados a la red.

Basándose, además, en el apoyo que por parte de la Unión Europea se estaba dando a este sector, se elaboró en España el Plan de Fomento de las Energías Renovables (2000-2010), que fijó el objetivo de cubrir el 29,4% de la demanda de energía eléctrica a partir de fuentes renovables para el año 2010 (objetivo que se alcanzó con creces, ya que se llegó al 35%).

Así, gracias a la legislación favorable, se llevó a cabo una gran inversión en investigación, desarrollo y despliegue de la fotovoltaica, con una productividad elevada, y España fue en 2008 uno de los países con más potencia fotovoltaica instalada del mundo. A finales del mismo año, la instalación de potencia fotovoltaica quedó regulada mediante el Real Decreto 1578/2008 de retribución de la energía solar fotovoltaica, que estableció unas primas variables en función de la ubicación de la instalación (suelo o cubierta), estando además sujetas a un cupo máximo de potencia anual instalada a partir de 2009, que se adaptaría año a año en función del comportamiento del mercado.

Sin embargo, durante estos años el mercado fue muy volátil. En concreto en España, el llamado “boom del ladrillo” en el sector de la construcción desembocó en la burbuja especulativa de precios crecientes que terminó por explotar y dar lugar a la crisis inmobiliaria del 2008.

En cuanto a energía, las legislaciones que vinieron a continuación pusieron freno al despliegue de esta tecnología, ralentizando la construcción de nuevas plantas fotovoltaicas en el país, en comparación con la evolución de las renovables que continuó dándose en mayor o menor medida en todos los países Miembro de la Unión Europea desde 2004.

Dificultades y trabas: el “impuesto al sol”

El retroceso en el desarrollo de las energías renovables en España como alternativa para la descarbonización de la economía se culminó con el llamado “impuesto al sol” (en realidad, “cargo transitorio por energía autoconsumida”), aprobado en el Real Decreto 900/2015, de 9 de octubre, que regulaba las condiciones administrativas, técnicas y económicas de las instalaciones de autoconsumo. Este impuesto consistía en un peaje específico de respaldo que se aplicaba a la energía generada mediante instalaciones fotovoltaicas, es decir: el consumidor debía pagar los impuestos correspondientes por la electricidad que produjese su sistema de autoconsumo, aunque la energía generada no llegase a inyectarse a la red. Este impuesto se justificaba como necesario para garantizar la sostenibilidad de la red eléctrica, fijando un peaje para el mantenimiento de la red eléctrica a los usuarios de energías renovables.

Hay que decir que, a pesar de su controversia, en pocos casos se hizo efectivo este decreto, ya que estaban exentos de pagar el peaje las instalaciones aisladas, las instalaciones de autoconsumo de menos de 10 kW en baja tensión (la mayoría de las viviendas con autoconsumo) y aquellas ubicadas en Canarias, Ceuta y Melilla.

Sin embargo, el “impuesto al sol” tuvo efectos disuasorios muy negativos, que supusieron una desaceleración en los objetivos de autoconsumo de España. Uno de los motivos era la complejidad de legalizar una instalación fotovoltaica y no poder recibir ningún tipo de compensación por la energía excedentaria.

Derogación del “impuesto al sol” y nuevo impulso al autoconsumo

El 5 de octubre de 2018, el Real Decreto-ley 15/2018 derogó el controvertido “impuesto al sol”, desbloqueando de esta manera las trabas al autoconsumo e impulsando en gran medida el despliegue de la tecnología fotovoltaica en España. Desde aquel momento se anunciaron y se llevaron a cabo una serie de reformas para fomentar el aprovechamiento de la energía solar.

El Real Decreto 244/2019 simplificó notablemente los trámites administrativos para la solicitud de instalaciones de autoconsumo. Algunas de las reformas más importantes para fomentar el autoconsumo han sido:

  • Eliminación del contador de generación en instalaciones fotovoltaicas sin vertido.

  • Las instalaciones con potencia inferior a 10 kW y las instalaciones aisladas quedan exentas de solicitar permisos a la compañía eléctrica.

  • Aprobación de la compensación y venta de excedentes energéticos de autoconsumo.

  • Aprobación del autoconsumo colectivo, que ha abierto la posibilidad de compartir varios usuarios una misma instalación de autoconsumo.

Mientras tanto, a nivel mundial, los costes de la generación fotovoltaica bajaron espectacularmente, al desarrollarse tecnología cada vez más eficiente, lo cual ayudó al impulso del autoconsumo fotovoltaico. Además, hoy en día las Comunidades Autónomas ofrecen subvenciones, ayudas e incentivos para invertir en sistemas fotovoltaicos, y por parte de la Unión Europea llegan cada vez más ayudas económicas (como los Fondos Next Generation EU) para promover los proyectos de energías limpias que contribuyan a la descarbonización de la economía y a cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo. Por estos motivos, el autoconsumo fotovoltaico se ha ido duplicando cada año desde 2015, con previsiones claramente al alza.

pot-autoconsumo

La potencia instalada de autoconsumo fotovoltaico alcanzó los 3.233 MW en 2021 y en 2022 se instalaron cerca de 2.400 MW más. (Fuente: gráfico de Newtral.es, a partir de datos de APPA Renovables)

Las renovables en España hoy en día

De acuerdo con los datos de Red Eléctrica (REE), España fue el segundo país europeo que más energía generó a partir de las tecnologías eólica y solar en 2021. La generación renovable supuso un 46,7% del mix energético, con la eólica constituyéndose como la primera tecnología del mix de generación con más del 23%. La potencia eléctrica instalada de solar fotovoltaica alcanzó los 15.048 MW en 2021. En 2022, la solar fotovoltaica instaló más potencia y tuvo más producción que nunca y se prevé que la fotovoltaica se sitúe por primera vez como la cuarta tecnología del mix de generación, representando el 10% del total de la generación de electricidad en España.

Potencia instalada de fotovoltaica. Se puede apreciar el estancamiento desde el año 2015 hasta el 2018 debido al freno causado por el impuesto al sol. (Fuente: Red Eléctrica de España)

Esta tendencia al alza en la implantación de las energías renovables responde a las inquietudes medioambientales e indica que se sigue el camino para cumplir con los objetivos marcados por el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC). Este Plan ha fijado el objetivo de que España consiga el 74% de generación renovable en 2030 con vistas a ser 100% renovable en 2050.

¿Y qué va a pasar a partir de ahora?

La transición ecológica contempla la electrificación de la economía para su descarbonización. Esto comprende varios aspectos: además del despliegue masivo de las tecnologías de generación renovables, también las tecnologías de almacenamiento de la energía, la adopción de la movilidad eléctrica, el abandono de los combustibles fósiles en los procesos industriales, el uso de hidrógeno verde como vector energético limpio…

Las últimas normativas ya reflejan esta voluntad de transición a un modelo más sostenible. Cada vez se está impulsando más la generación distribuida y se fomentan modelos como el autoconsumo colectivo y figuras como las comunidades energéticas locales.

Gracias a la trayectoria de INTERGIA y a la experiencia adquirida durante estos 15 años, nos hemos convertido en expertos en el sector energético y en la búsqueda de soluciones en materia de eficiencia energética, energías limpias y sostenibilidad.

Estamos especializados en:

  • generación fotovoltaica, tanto conectada como aislada de la red;
  • soluciones de movilidad eléctrica para carga de vehículos;
  • generación de hidrógeno verde;
  • y acciones para la mitigación del cambio climático.

Además, tenemos una gran vocación hacia la investigación en materia energética y de sostenibilidad.

Para cualquier consulta, no dudes en contactar con nosotros.